Shibari: El arte erótico de las ataduras japonesas
Si estás aquí es porque has escuchado hablar de la técnica Shibari la cual es más común en occidente, aunque la misma es japonesa. Eso se debe a que ofrece muchos beneficios dentro del arte erótico, de aquí que cada vez más persona la practiquen para salir de la temida rutina. Si buscas algo diferente seguramente encaje bastante bien con lo que estás buscando.
¿Qué es el Shibari?
Podemos definirlo bajo las palabras ataduras eróticas. Para ponerlo en práctica se usan cuerdas y ataduras que hacen que la persona que se va a someter sea sumisa. Pero no se debe hacer a la ligera, sino que se debe hacer creando figuras geométricas y artísticas. Eso hace que sea diferente a otras técnicas y tenga muchos años de aprendizaje para realizarlo correctamente.
Cuando hablamos de Shibari, rápidamente lo relacionamos con el ámbito del erotismo, pero debemos dejar claro que va más allá. Realmente se puede definir como un arte, el cual no es fácil de dominar. Pero, aunque no se tenga dominio perfecto de ese arte, es bueno realizarlo para conseguir una conexión profunda entre las partes afectadas. Y es que, si no hay confianza, entonces este arte será mejor no practicarlo.
El arte militar ha ido evolucionando a lo largo de los siglos para conseguir convertirlo en un arte erótico. En ocasiones puede parecer algo raro, pero lo que está claro es que cada vez tiene más seguidores.
¿Qué se necesita para poner en práctica el Shibari?
Es importante dejar claro que este arte no verbal necesita de una serie de herramientas para poderlo poner en práctica. Para ayudarte a comprenderlo te vamos a mostrar las partes más importantes.
En el arte del Shibari, las cuerdas utilizadas suelen ser de fibras naturales como el yute o el cáñamo, debido a su textura y capacidad para adherirse a la piel sin causar irritación. La longitud y el grosor de las cuerdas varían según las preferencias tanto del atador, conocido como "rigger", como de la persona que es atada, llamada "bunny" o "bottom". Aunque las cuerdas sintéticas pueden ser una opción, no brindan la misma sensación ni el nivel de conexión que las cuerdas naturales.
Las técnicas de nudo en Shibari son fundamentales. El experto debe tener un conocimiento profundo de los nudos, que no solo deben ser estéticamente atractivos, sino también seguros y funcionales. Entre los nudos más conocidos se encuentran el "takate kote", utilizado para atar las manos detrás de la espalda, y el "shinju", que envuelve el torso de manera artística.
El Shibari no se trata solo de la técnica física de atar; también implica una conexión emocional entre el rigger y el bunny. Esta práctica crea una dinámica de confianza y vulnerabilidad que puede intensificar tanto las emociones como el placer. Es una forma de comunicación íntima y no verbal que refuerza los lazos entre los participantes.
Finalmente, la seguridad es crucial en el Shibari. Dado que implica la restricción física del cuerpo, es vital que ambos estén atentos a los límites emocionales y físicos del otro. Una comunicación abierta antes, durante y después de la sesión es esencial para evitar daños y garantizar que la experiencia sea placentera para ambas partes.
Beneficios del Shibari
Aunque algunas personas puedan pensar lo contrario, la verdad es que el arte del Shibari ofrece muchos beneficios. Esos beneficios no solo pueden llegar en modo emocional, también a nivel físico. Eso significa que la experiencia es muy positiva y en consecuencia se recomienda a todo el mundo practicarlo para ver si encaja con lo que busca.
Gracias a los nudos que se realizan, se crean presiones en puntos estratégicos que se convierten en sensaciones placenteras al estimular la circulación. Por ese motivo se denomina como un arte, es decir, los nudos deben hacerse en los puntos adecuados para conseguir que esa presión realmente sea placentera.
Se ha demostrado que la inmovilización también ayuda a la persona tener más sensibilidad, de aquí que el nivel de excitación también se vea incrementado.
Otro apartado que fomenta este tipo de arte es a nivel emocional. Con esta técnica se consigue que la pareja tenga un nivel de intimidad más alto, pero también de confianza y una mejor comunicación. La persona siempre ofrece una profunda sensación de entrega, lo que demuestra que confía al máximo en la persona que está haciendo las ataduras. Y es que como siempre decimos, si una de las dos partes no está de acuerdo, entonces no se puede practicar. Para que el Shibari tenga éxito es fundamental que las dos partes estén de acuerdo.
Sin lugar a dudas, es una buena opción a la hora de obtener una buena liberación emocional y fomentar la creatividad. Y es que cada sesión es una muy buena opción para conseguir explorar las diferentes opciones.
¿Es fácil practicar el Shibari?
Para empezar en el Shibari, lo más importante es tener una conversación abierta con la otra persona antes de practicarlo. Es crucial hablar sobre los deseos, expectativas y marcar claramente los límites de cada uno. Además, es recomendable acordar una palabra clave para detener la sesión si alguna de las partes se siente incómoda o necesita un descanso. La confianza mutua y una buena comunicación son indispensables para que la experiencia sea segura y placentera.
Un buen paso inicial es practicar con cuerdas más suaves y gruesas, ya que reducen el riesgo de lesiones en la piel y te permiten adquirir práctica con mayor seguridad. A medida que te sientas más seguro, puedes probar otros tipos de cuerdas y formas de atar más complejas.
La protección es esencial en todo momento. Es importante no colocar las cuerdas en zonas delicadas como el cuello o en áreas donde los nervios puedan ser comprimidos, como la parte baja de los brazos. Debes revisar con frecuencia las ataduras para asegurarte de que no afecten la circulación sanguínea.
Con dedicación y tiempo, desarrollarás las habilidades técnicas y una conexión emocional más profunda con tu compañero, lo que llevará a una experiencia más enriquecedora en el arte del Shibari.