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Posturas del Kamasutra que se utilizan en el masaje tántrico

Dar un masaje tántrico no siempre es fácil, sobre todo si no tenemos las técnicas y conocimientos necesarios. Se ha demostrado que para poder disfrutar de un buen masaje tántrico, la persona que lo da y la que lo recibe tienen que estar muy relajados y conocer cómo se puede disfrutar del mismo. Como suele ser habitual, la primera vez que una persona da un masaje tántrico no suele tener éxito. Pero con la práctica, se aprende a conectar con la otra persona y en consecuencia se consigue obtener el placer que se busca con el masaje.

Para ayudarte a conseguir esa conexión y disfrutar al máximo del masaje tántrico, te vamos a mostrar algunas de las mejores posturas del Kamasutra que puedes usar para conseguir tener éxito. Como vas a poder comprobar, hay diferentes posturas por las que puedes apostar, por lo que rutina no se dará en ningún momento si realizas el masaje con ilusión.

Postura de la cascada

Es una postura que puede ser de gran ayuda si se quiere disfrutar de un masaje tántrico diferente a los tradicionales. Hay que recordar que esta postura se tiene que realizar con un ambiente tranquilo y con poca iluminación para conseguir conectar entre las dos partes. El hombre se tiene que tumbar y la mujer se debe situar encima, solo que se tiene que tumbar sobre él de espaldas y con los codos abiertos. Eso sí, las rodillas tienen que estar plegadas.

Tras caricias con movimientos ascendentes y descendentes, la penetración siempre se tiene que realizar con movimientos suaves y sobre todo con movimientos ligeros con la cadera. El objetivo es crear placer y en consecuencia conseguir buenos resultados. Aunque a simple vista pueda parecer una posición compleja, la verdad es que es más sencilla de lo que parece, sobre todo cuando la has practicado en más de una ocasión. es una postura que ayuda a conectar las energías de la pareja, a la vez que ayuda a que la estimulación del clítoris sea más elevada. Eso ayuda a que ambas partes puedan disfrutar de un mayor placer, incluso antes de que la penetración se produzca. Y como no es una postura demasiado agresiva, se puede mantener durante mucho tiempo y disfrutar de los movimientos. Es verdad que buena parte del trabajo lo tendrá que hacer la mujer, pero no presenta para nada demasiado cansancio.

Postura el escandinavo

Es otra postura que viene muy bien para disfrutar de un masaje tántrico. En este caso el hombre se tiene que recostar sobre la cama o la camilla donde va a recibir el masaje, mientras que la mujer se pone encima pero de espaldas. Es una situación diferente y ayuda a que la conexión tenga que ser más profunda para conseguir el placer que se está buscando.

Como puedes imaginar, realizar esta posición es muy sencilla, lo cual ayuda a que el masaje pueda ser más intenso. Además, a la hora de realizar la penetración, el hombre tiene que sujetar a la mujer por las nalgas, lo cual hace que la estimulación sea diferente. Por supuesto, la intensidad no tiene que ser muy alta para evitar perder la conexión por culpa del dolor. Hay que realizar una graduación de la intensidad para que ambas partes se sientan a gusto y en consecuencia se pueda decir que la energía fluye en la pareja.

Postura de la mariposa

Es una postura que se recomienda mucho dentro del mundo tántrico, pero la verdad, no es fácil de conseguir. Por este motivo se suele necesitar de varias pruebas hasta conseguir la postura ideal. Si no se practica correctamente, la intensidad de la conexión no será la adecuada y en consecuencia el placer no será el que se busca a través de la experiencia tántrica. Incluso los gurús recomiendan esa posición a las mujeres que se quieren quedar embarazadas y por diferentes motivos no lo pueden hacer. La probabilidad de embarazo es más alta que con posiciones tradicionales.

En este caso se recomienda que la mujer se recueste sobre una mesa para conseguir altura y así conseguir que el culo quede justo a la altura del pene. En este caso el encargado de dar el masaje es el hombre a la mujer. Tiene que usar todo su cuerpo para frotarse con ella e intercambiar energía y caricias. El placer es muy elevado, por lo que es un tipo de masaje que una vez que se prueba siempre se quiere volver a repetir. Cuando ambas partes están preparadas será el momento de realizar la penetración, recordando que en este tipo de masajes la penetración no es necesaria si no se desea. Se consigue placer igualmente con el frotamiento. Para realizar la penetración la mujer debe poner las piernas sobre los hombros del hombre, de aquí que se recomiende hacer sobre una mesa alta. Y como la penetración es completa, es más fácil de que el semen llegue al interior y en consecuencia se produzca el embarazo. Hay que tenerlo muy en cuenta, tanto si se quiere como si no se quiere el embarazo.

Postura del pino

Es verdad que esta postura puede resultar un poco incómoda para la mujer, pero se recomienda poner en práctica, sobre todo si la mujer quiere dar el máximo placer tántrico al hombre.

Para poder realizar esta postura, la mujer tiene que poner sus brazos en el suelo, mientras que el hombre tiene que coger a la chica por las piernas, al más estilo juego de carretilla. Por supuesto, antes de cogerla por las piernas, las caricias y frotamientos por el suelo deben estar presentes. Cuando la excitación sea máxima, es el momento de comenzar la postura. Una vez que el hombre ha cogido las piernas, se deben colocar en una postura donde ambas partes puedan estar lo más cómodos posibles y así disfrutar del placer que ofrece la misma. No es fácil de poner en práctica, de aquí que la prueba y error sean necesarios hasta conseguir los objetivos marcados.

Posturas del Kamasutra que se utilizan en el masaje tántrico


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