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Masaje en el punto G masculino: verdades y mentiras

Cuando hablamos del punto G, rápidamente se nos viene a la cabeza el punto G de la mujer. Pero debemos dejar claro que el punto G masculino también existe, aunque es verdad que no es tan popular.

La estimulación del punto G masculino todavía está lleno de muchos tabúes, pero lo que está claro es que existe y por ese motivo se puede estimular para conseguir que el grado de placer sea superior.

¿Dónde se encuentra el punto G masculino?

Muchos estudios han demostrado que el punto G en los hombres existe, a pesar de que muchos se niegan a estimularlo porque se localiza en la zona de la próstata.

Lo que está claro es que los expertos han descubierto que la estimulación del punto G masculino es muy positiva, gracias a que es una zona llena de terminaciones nerviosas. Si se hace con cuidado, se puede conseguir un grado de placer muy alto. Por desgracia, todavía hay muchos hombres reacios a ese tipo de estimulación por la zona en la cual se encuentra localizada.

Recuerda, se encuentra en la zona de la próstata, concretamente alrededor de la uretra y justo en el cuello de la vejiga.

Pasos para realizar la estimulación del punto G masculino

Los hombres que han realizado esta estimulación se han dado cuenta de que se puede tener un orgasmo sin la necesidad de estimular el pene. La experiencia es realmente satisfactoria y diferente al orgasmo que se obtiene con el pene. Eso sí, se necesita más tiempo y energía. Pero según los expertos, es algo que merece la pena porque ofrece un grado de placer realmente alto.

  1. Preparación: tanto si la estimulación del punto G es a nivel individual como si es con la ayuda de la pareja, es vital la higiene. Además, es importante usar lubricante porque el ano no es capaz de elaborarlo por sí mismo. En el caso de que notes dolor, tendrás que reducir la velocidad y poner más lubricante. Actualmente existen lubricantes anestésicos que eliminan cualquier sensación de dolor. Pueden ser una buena opción para las personas que tienen miedo a sufrir.
  2. Ritmo suave: no hay que comenzar a lo loco, sino que hay que optar por un ritmo lento. Para comenzar, deberás estimular la zona anal para relajarla y cuando la relajación sea una realidad será el momento de realizar la penetración. Dicha penetración debe ser lenta, sobre todo al principio.
  3. Exploración: cuando se produce la penetración, deberás comenzar a explorar la zona con el objetivo de encontrar el punto G. El dedo siempre deberá ir curvo y mirando hacia el ombligo para conseguir un buen resultado. La próstata se sitúa a unos 5 cm. En las primeras penetraciones anales no deberás ir hasta el fondo, solo llegar a la zona de la próstata y explorar para ver qué sensaciones son las que más te gustan.
  4. Masajes: en el caso de que tengas problemas con la penetración, te recomendamos optar por los masajes relajantes. Los aparatos como el dildo también pueden ser de gran ayuda para acostumbrarse y ensanchar la zona de penetración. Eso sí, si optas por el pequeño dilatador, asegúrate de que la base es más ancha para impedir que se introduzca del todo.

Como indican los expertos, la estimulación del punto G masculino no es sinónimo de cambiar de orientación sexual. Es una técnica extra de placer que no hace al hombre menos hombre. El cuerpo está para aprovecharlo y por ese motivo se presenta como una opción extra de excitación.

Verdades sobre el punto G masculino

Existe: la verdad es que el punto G existe y está para ser estimulado. Aunque como hemos comentado, muchos hombres todavía se niegan a hacerlo por diferentes ideologías.

  • Posturas favorables: se ha demostrado que hay posturas que favorecen de manera directa la estimulación. Por ejemplo, la postura del perro invertido es una de mejores para estimular esa zona.
  • Es indoloro: cuando la estimulación de la zona se realiza de manera correcta, no hay riesgo de sufrir dolor. Eso sí, sobre todo al principio, hay que tomarlo con calma. No hay que realizar la penetración sin control y sin lubricante o el dolor estará asegurado. Hay que acostumbrar a la zona a la experiencia que va a obtener y eso necesita de tiempo y calma.
  • Placer: es verdad que en las primeras penetraciones puede que no se encuentre el placer esperado porque no se sabe estimular la zona correctamente. Pero en cuanto aprendas a encontrar la zona que debes estimular, el placer estará asegurado en todo momento.
  • Respeto: lo importante es respetar las decisiones de la persona que va a ser estimulada. Bajo ningún concepto se debe intentar forzar a una persona a disfrutar de esa estimulación cuando no está preparada. No solo porque la tensión puede provocar dolor, sino porque además puede crear una experiencia realmente negativa. Solo se debe realizar cuando la persona está realmente preparada.

Mentiras sobre el punto G masculino

  • El punto G no existe: es algo que muchos hombres intentan decir para evitar que sus parejas quieran estimular esa zona. Pero los estudios y miles de hombres ya han podido comprobar en primera persona que sí existe y puede llegar a ofrecer un grado de placer muy alto.
  • Homosexuales: muchos hombres piensan que esta técnica de estimulación es únicamente para los homosexuales. Es decir, si optan por estimular esa zona, lo que están haciendo es convertirse en un homosexual y no es así. Realizar la estimulación a través del ano no quiere decir que cambies de sexualidad, sino que solo estás conociendo otras alternativas que pueden darte mucho placer. Es decir, te pueden seguir gustando las mujeres y disfrutar de tu punto G sin problemas. Hay que eliminar los tabúes de la cabeza que hacen que no disfrutemos del cuerpo.
  • Dolor: si se hace correctamente no hay motivo por el cual sufrir dolor. Lo importante es hacerlo con calma y así conseguir que la experiencia sea mucho más satisfactoria.

 

Masaje en el punto G masculino: verdades y mentiras


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