El arte de la seducción sensorial: técnicas y consejos

Cuando hablamos de estimulación sensorial, lo primero que se nos viene a la cabeza es la estimulación a través del tacto y los masajes. Es normal, es el tipo de estimulación más usada por las parejas. Pero con la ayuda de nuestros expertos en masajes vamos a mostrarte que si usamos otros sentidos vamos a conseguir sensaciones placenteras mucho más elevadas. 

¿Qué es la estimulación sensorial?

Podemos definir estimulación sensorial como el conjunto de sensaciones que recibimos y disfrutamos a través de los diferentes sentidos que tenemos. Es importante recalcar que la estimulación sensorial no sólo está ligada al tacto a través de los masajes, sino que el resto de los sentidos como la vista entre otros también pueden aportarnos excitación y placer.

La estimulación sensorial suele estar muy presente en los preliminares y pierde intensidad en el coito. Es un error grande que cometen las parejas porque también ofrece y añade excitación. Por ese motivo, te recomiendo optar por la seducción sensorial en todos los apartados. Así la experiencia será mucho más placentera.

¿Qué placer nos da cada uno de los sentidos?

Saber aprovechar los cinco sentidos nos permitirá conectar más a fondo con nuestra pareja y además podremos disfrutar de un grado de placer mucho más elevado. 

1- Sentido del tacto

Suele ser el más importante y al que más atención solemos prestar. Es importante dejar claro que a través del tacto se puede realizar los masajes eróticos con los cuales podemos conseguir disfrutar de sensaciones realmente inolvidables. Los masajes eróticos ayudan a romper la monotonía sexual y ayudan a que la conexión entre las dos partes sea mucho más profunda. Si todavía no lo has probado, te invito a hacerlo, verás que has estado perdiendo experiencias realmente buenas.

Como comentan nuestros expertos en masajes, el tacto es una gran herramienta para fomentar la excitación sexual y ayuda a compartir energías que hacen que la pareja esté más unida. Para que te hagas a la idea, la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, de aquí que si lo excitamos, realmente estamos excitando a buena parte del cuerpo.

Para realizar la excitación a través del tacto sin lugar a dudas lo mejor que se puede hacer es un masaje erótico. Si lo haces bien y lo acompañas de caricias podrás tener la certeza de disfrutar de experiencias realmente buenas. Y cuando vayas cogiendo experiencia, te recomiendo ir cambiando texturas y temperaturas para crear sensaciones nuevas. Cuantas más experimentos sin riesgo, mayores placeres se pueden conseguir.

2- Sentido del oído

Pocas personas usan este sentido durante las relaciones sexuales, pero si se usa bien se puede conseguir un grado de excitación y placer realmente elevado. Se ha demostrado a través de muchos estudios que la estimulación auditiva ayuda a que el sexo sea mucho más placentero.

Hay personas que les gustan los susurros, a otras los gemidos... Si conoces a tu pareja, puede ser una buena opción usar este sentido para estimularla y así conseguir mejores resultados.

La estimulación a través del oído se suele conseguir a través de los susurros. Hay personas a las cuales les gustan las cosas bonitas, a otras las palabras sucias. Conocer a tu pareja es importante para decirle lo que quiere. También se puede estimular a través de los gemidos o incluso escuchando canciones con toque erótico.

3- Sentido del olfato

En muchas ocasiones suele ser el gran olvidado, pero si se usa correctamente puede ayudar a conseguir que las experiencias sean mucho más completas. Por ejemplo, puede ser una buena opción disfrutar de aromas antes y durante las relaciones sexuales. Los buenos olores siempre ayudan a que la experiencia sea mucho más completa aunque en ocasiones no seamos conscientes. 

Según los últimos estudios, un aroma agradable en la estancia ayuda a que las feromonas se desarrollen mejor, por lo que el placer estará más garantizado.

Para disfrutar de una buena experiencia aromática puede ser una buena opción usar un perfume agradable sobre la piel. El olor tiene que ser agradable, pero no demasiado intenso para evitar romper la armonía.

El aceite esencial para los masajes también es de gran ayuda a la hora de despertar el sentido del olfato. Si analizas un poco el mercado podrás darte cuenta de que hay muchas opciones entre las que elegir. El olor a canela, lavanda, limón o regaliz suelen ser los más usados para los masajes.

4- Sentido del gusto

Sin lugar a dudas, si quieres explorar de una manera más íntima el cuerpo de tu pareja, no debes olvidarte del sentido del gusto. Si lo usas, verás que las experiencias son mucho más plenas y en consecuencia el grado de placer mucho más extenso.

Una buena opción puede ser añadir sabores a las diferentes partes del cuerpo. Entre otras cosas se consigue estimular el sexo oral, una de las partes que más suelen gustar a las parejas y que está muy de moda. 

Es importante que tengas claro que la lengua aumenta la excitación de ambas partes. No solo la de la persona que usa la lengua, también la que recibe la sensación. La estimulación también aumenta cuando se reciben los sabores que sueltan los fluidos corporales.

Dependiendo de la persona, los sabores deberán ser unos u otros. Algunas personas se conforman y disfrutan con los sabores de los fluidos, mientras que otras personas agradecen los sabores extra. Todo es cuestión de gustos, lo importante es que cada persona disfrute.

5- Sentido de la vista

Es un sentido que usamos mucho. A través de la vista se puede conseguir una gran estimulación, sobre todo a través de las cosas ocultas. Por ese motivo, la lencería suele ser muy excitante. El sentido de la vista ayuda a ver cosas que nos excitan, de aquí que sea super importante. 

Por ejemplo, una mirada penetrante entre las dos partes puede hacernos sentir cosas muy bonitas. Una mirada de una pareja enamorada nos permite sentir cosas impresionantes. Incluso la mirada puede decirnos que estamos unidos a la otra persona incluso cuando no se ha dado el paso. 

Con la vista también podemos ver las reacciones de las otras personas a la hora de recibir estímulos, a la vez que hace más fácil las fantasías sexuales.